Llega diciembre y con él, las reuniones, la comida, el vino, el pan dulce, los tamales, los brindis…
Y también llegan las frases de siempre:
“En enero empiezo la dieta.”
“Ya lo arruiné, mejor disfruto y luego compenso.”
“No quiero subir, pero tampoco quiero perderme nada.”
El resultado: disfrutas con culpa y te cuidas con frustración.
Pero no tiene por qué ser así.
El verdadero equilibrio no está en lo que comes, sino en cómo te relacionas con lo que comes.
La culpa como ingrediente invisible
Comer con culpa es una de las formas más comunes de desconexión.
Te impide disfrutar, te lleva al exceso y te desconecta del momento presente.
Desde la psiconutrición, la culpa no se combate con control, sino con conciencia y compasión.
Porque cuando comes desde el miedo a perder el control, pierdes la posibilidad de escucharte.
No se trata de comer perfecto, sino de elegir con presencia.
Cómo disfrutar sin perder el bienestar
Desactiva el modo “todo o nada”
No existen solo dos opciones: cuidarte o disfrutar.
El equilibrio está en el punto medio.
Puedes comer postre sin “echar a perder todo el año”.
Tu salud no se define por una cena, sino por lo que haces el resto de los días.
Escucha a tu cuerpo antes de servirte
Haz una pausa antes de comer. Pregúntate:
“¿Qué quiero realmente? ¿Qué necesito?”
Tal vez necesitas sabor, compañía, conexión.
Cuando lo haces desde la consciencia, comes menos, disfrutas más y eliges mejor.
Come con todos tus sentidos
Disfrutar también es nutrición.
Saborea, mastica lento, conecta con el olor, el color y la textura.
Cuando te permites disfrutar, el cuerpo se relaja y la ansiedad disminuye.
Deja de “compensar”
Compensar es una forma de castigo.
Moverte, comer ligero o descansar está bien… pero no por culpa.
Hazlo desde el cuidado, no desde el castigo.
Agradece a tu cuerpo
En lugar de mirar lo que “no lograste este año”, agradece lo que sí te sostuvo:
Tu cuerpo, tu esfuerzo, tus avances, tu capacidad de seguir intentando.
“Tu cuerpo no necesita que lo castigues; necesita que lo reconozcas.”
Este diciembre, regálate presencia y compasión. Come con amor, no con miedo.
Cuida de ti sin desconectarte del disfrute. El verdadero bienestar no es resistir las fiestas, es vivirlas desde la consciencia y la libertad.
Si este año quieres cerrar desde la conexión y no desde la culpa, te invito a unirte a mi Taller Primeros pasos Bariátricos. Trabajaremos juntas para que el 2026 empiece con una nueva relación con la comida, tu cuerpo y tus emociones.
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